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A comienzos del siglo X, Alfonso III el Magno creó el condado de Carrión y lo entregó a Gómez Díaz I para que lo gobernara. Era un extenso territorio que abarcaba gran parte de la actual provincia de Palencia y algunas comarcas de Burgos, Cantabria y León.

En el año 948, en pleno Camino de Santiago, un grupo de colonos montañeses levantó un monasterio dedicado a san Juan Bautista en las tierras de Carrión.

En 1039, Gómez Díaz II, jefe del linaje Banu Gómez, incorporó al condado de Carrión los de Saldaña y Liébana. Estaba casado con Teresa Peláez, bisnieta de Ramiro III. Con el apoyo de su esposa, en 1075 fundó un nuevo cenobio, al que dotó de propiedades, y cambió la advocación de San Juan por la de San Zoilo; un mártir cuyas reliquias habían llegado desde Córdoba. Tras la muerte del conde, su viuda concluyó las obras monásticas.

La condesa, siguiendo la política de Alfonso VI, entregó San Zoilo a la regla benedictina cluniacense después de convertirlo en panteón. La Orden de Cluny, fundada en 910 en Borgoña, se expandió por Europa y llegó a ser muy prestigiosa e influyente. Sus monjes, conocidos por sus hábitos negros, destacaban por su estricta observancia y su dedicación a la oración y al trabajo.

La relación de Alfonso VI con la abadía borgoñona fue tanto política como familiar. El monarca contrajo segundas nupcias con Constanza de Borgoña, sobrina de Hugo el Grande, abad de Cluny. Alfonso VI se convirtió en el principal mecenas de la orden, hasta el punto de que su nombre figura en los registros monásticos con la misma relevancia que el de los duques de Borgoña o los reyes de Francia.

San Isidro de Dueñas (1072) y San Zoilo (1075) fueron los primeros monasterios cluniacenses de la Península. Más tarde, la orden se expandió hacia Santa María de Nájera.

El condado de Carrión se transformó en un destacado centro religioso, político y económico. Situado en pleno Camino de Santiago, el monasterio ofrecía refugio a los peregrinos, quienes podían pernoctar en sus dependencias y recibir una ración de pan y vino. En él se celebraron concilios y cortes, y llegó a ser residencia de reyes, convirtiéndose en un centro político de primer orden.

A partir del siglo XIII, el monasterio experimentó un declive económico y espiritual. En el siglo XV se independizó de la Orden de Cluny y se incorporó a la Congregación Benedictina de San Benito el Real de Valladolid.

La edificación original románica del siglo XI fue transformada en el siglo XVI al gótico plateresco. Aunque conserva elementos románicos de gran valor. En el siglo XIX, con la desamortización, el monasterio fue exclaustrado y cerrado. Tras ser cedido a la Compañía de Jesús para la creación de un colegio, pasó posteriormente al obispado de Palencia. Finalmente, gran parte de sus dependencias fueron vendidas a particulares, quienes las convirtieron en un hotel.

Aunque el monasterio presenta mayoritariamente rasgos renacentistas, platerescos e incluso barrocos, todavía conserva elementos románicos. El complejo cuenta con tres puertas: la entrada principal, una portada renacentista en la fachada sur; la puerta románica del hastial oeste, redescubierta en 1993 y que se cree comunicaba el panteón de la familia Banu Gómez con la iglesia, tapiada en época barroca; y la puerta de acceso al claustro, del siglo XVI.

El claustro, conocido como El Claustro del Silencio, es la joya románica del complejo. Data del siglo XII y destaca por la riqueza de sus capiteles, tallados con gran maestría. En ellos se representan escenas bíblicas, músicos tocando la flauta y rabel, animales como leones, figuras fantásticas como grifos y motivos vegetales.

La iglesia del monasterio presenta planta basilical, con tres naves, un crucero y un ábside semicircular, un modelo característico de las iglesias cluniacenses en España.

Juan Pisuerga

 

PARA MÁS INFORMACIÓN, CONSULTAR

  1. Pérez Celada, Julio A. (1986). Documentación del Monasterio de San Zoilo de Carrión. Ediciones Garrido, Burgos.
  2. Maiso González, José (2010). San Zoilo de Carrión en el origen del románico pleno.
  3. Rincón García, Wilfredo (2000). Tesoros de España: Monasterios. Espasa Calpe.
  4. Serna, Gabriel y Galán, José Luis (2001). «Nuevos hallazgos románicos en el Monasterio de San Zoilo de Carrión».
  5. Jaime de Salazar (2021). El poder del linaje. La alta nobleza de Castilla-León.