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Los Jardines del Poniente han sido considerados por muchos autores y articulistas como el parque infantil más antiguo de España. Su historia se remonta a finales del siglo XIX, cuando se soterró el ramal norte del río Esgueva que desembocaba en el Pisuerga en la actual Rosaleda. El río fue soterrado en 1886, dejando una explanada cercana al Pisuerga donde, tiempo después, se construiría un parque.

Los terrenos del parque formaron parte de las huertas del Monasterio de San Benito.

En 1933 se diseñó y construyó el único parque que se hizo durante la Segunda República: el Parque del Poniente. Fue inaugurado ese mismo año y, desde sus inicios, fue concebido como un espacio para el disfrute de los niños. El parque se diseñó con una plaza que incluía figuras infantiles como Pinocho y la Lechera, reafirmando así su vocación como lugar de esparcimiento infantil y familiar.

El Parque del Poniente, situado  en el centro de Valladolid, se extiende como un tranquilo manto verde. Es un pulmón para la ciudad y un lugar de encuentro y esparcimiento para familias y niños. Este céntrico parque cuenta con bancos, árboles, parterres, macizos de flores y, antiguamente, una librería de préstamo e intercambio de libros.

Ha sido y es un espacio muy querido por los vallisoletanos, y a menudo funciona como punto de encuentro para amigos y familias. Está presidido por una estatua de bronce del poeta vallisoletano Jorge Guillén, obra de Luis Santiago Pardo; un monumento a la escritora vallisoletana Rosa Chacel, del mismo escultor; y otra escultura en el centro del jardín, muy evocadora de la personalidad del parque, en la que las estatuas de un hombre mayor y su nieto juegan con barcos en el estanque.

El espacio ajardinado tiene las tradicionales estatuillas de muñecos de escayola, resina y madera coloreada, como Pipo Pipa, Bobito, Pinocho, Picho y la Lechera, entre otros.

El Parque del Poniente ofrece, además, amplias zonas de césped y árboles que invitan a cobijarse bajo su sombra en los meses de verano.

El “Poniente” es un símbolo de la ciudad, un lugar donde la naturaleza y la vida urbana se encuentran en armonía, ofreciendo un remanso de paz. Su historia, su belleza y su funcionalidad lo convierten en un lugar ideal para disfrutar y compartir la vida con los niños.

Juan Pisuerga

 

PARA MÁS INFORMACIÓN SE PUEDE CONSULTAR A:

1-Sanz, J. (2013). El parque del Poniente

2- Agapito y Revilla, J. “Las calles de Valladolid: nomenclátor histórico”