Mide tus deseos, pesa tus opiniones, cuenta tus palabras. (Pitágoras)
Alfonso III nació en el año 852. Gran parte de su infancia y adolescencia la paso en Galicia.
En el año 856 el padre del rey Magno, Ordoño I había conquistado e incorporado León al reino asturiano; una ciudad de enorme valor estratégico. Reconstruyó sus murallas, pero no pudo repoblarla.
Mohamed I, envió entre los años 862 y 866 varias expediciones punitivas por al-Quila para medir la capacidad militar del reino asturiano y detener, las colonizaciones. Las aceifas musulmanas devastaron terrenos, parroquias monasterios y pueblos, pero no pudieron anexionarse ningún territorio. Los montañeses siguieron emigrando y colonizando las fértiles tierras del sureste del reino. Con solo dieciocho años en el 866 heredo el trono asturiano.
El conde de Lugo, Fruela Bermúdez intentó destronarle ayudado por algunos cortesanos, que querían volver a la monarquía electiva visigoda. Alfonso se refugió en las Vardulias donde Rodrigo el conde de Castilla reunió un ejército con castellanos, mozárabes y colonos montañeses, que le repusieron en el trono.
En el año 867 hubo en Córdoba varios levantamientos y rebeliones. A pesar de ellos el emir mandó un ejército para conquistar la fortaleza de Frías; Un castillo situado al sureste de Trespaderne, al suroeste del valle de Tobalina y al norte de la Bureba. Su valor geoestratégico era enorme porque vigilaba la ruta, que desde la cornisa cantábrica llegaba a la meseta norte. Estaba en la cima de una loma llamada la muela, Una fortaleza protegida por los montes Obarenes, rodeada de peñascos y profundos valles. Un lugar con un puente fortificado para salvar el paso del Ebro. El ejército enviado por Córdoba fue derrotado por Alfonso.
En los primeros años de su reinado, siguió con la idea expansionista de su padre manteniendo una gran actividad militar, social y una eficaz política de estado.
En Galicia las presuras empezaron pronto. Se iniciaron en el convento jurídico de Lugo y alcanzaron las orillas del Sil. Como era un territorio alejado de la corte los colonos no tuvieron dificultades de expansión. Sin embargo, los señoríos eclesiásticos, los magnates y la nobleza, que eran grupos muy poderosos adquirieron los nuevos terrenos con una dura disputa social. Ordoño y su hijo mandaron los condes gallegos, que ocuparan el sur de Galicia. En el año 868, el conde Vimaro atravesó el Miño alcanzando Coímbra, Porto y Viseu. Y al año siguiente el conde Hermenegildo inició la repoblación de estas comarcas con colonos gallegos del norte. El rey ordenó parcelar los territorios y organizar la actividad militar, económica, administrativa, jurídica y religiosa de la comarca. La frontera oeste quedó establecida en el rio Mondego.
El rey Magno mandó repoblar León y eximio de impuesto a los colonizadores. Llegaron montañeses, castellanos, y judíos y mozárabes toledanos. Trasladó a esta capital su sede cortesana. Alfonso fue el último rey asturiano o el primero de León. En esta ciudad vivió largas temporadas y en ella fijo su corte y el Tribunal de Justicia mientras que la jurisdicción administrativa la mantuvo en Oviedo.
En el centro sur mando repoblar la meseta norte. Hay documentos que citan a Gatón como repoblador de Amaya Patricia por orden de Ordoño I, aunque otros cartularios dicen, que fue el conde Rodrigo en el año 860 el colonizador de esa ciudad con emigrantes montañeses y mozárabes lo que es más creíble. La ciudad fue amurallada y protegida con torres defensivas.
Alfonso sabía que la frontera más débil de su conocía era la este y sureste que con frecuencia era devastada por los musulmanes de Córdoba o por los Banu-Casin. Sin embargo, era la ruta que con más frecuencia usaban los colonos para emigrar a los fértiles valles del alto Ebro. Ordoño I había levantado numerosas fortalezas y torres defensivas formando una línea de seguridad para proteger a los emigrantes de los valles de Mena, Llosa, Valpuesta y Valdegovia. Tenía que controlar las barreras defensivas naturales de los montes Obarenes como el desfiladero y fortaleza de Pancorbo y el de la hoz de Morcuera entre Foncea y Bugedo.
Sobre el castillo de Pancorbo hay cierta polémica académica, pero está documentado, que el conde Rodrigo, por orden de Ordoño I, conquistó la fortaleza de Pancorbo y levantó un castillo para dominar fácilmente los movimientos militares, civiles y comerciales, que discurrieran por el desfiladero.
Las crónicas discrepan sobre el origen de Jimena Garcés la mujer de Alfonso III. La mayor parte de los medievalistas la consideran hija de García Íñiguez o en todo caso de ascendencia pamplonesa. El casamiento brindó a Alfonso III una importante alianza con sus vecinos cristianos del este y sirvió para tranquilizar la frontera oriental y suroriental del reino. El matrimonio tuvo lugar en el año 873.
Durante el reinado de Alfonso hubo revueltas nobiliarias de condes gallegos, que fueron sofocadas imponiendo su autoridad con un férreo centralismo político, que le permitió mantener la cohesión de sus territorios.
En política interior del reino Alfonso utilizó el título de Imperator para confirmar su independencia frente al Imperio Carolingio y al emirato cordobés y para poner de manifiesto su supremacía en la península de rango cristiano. Se hizo llamar en el año 869 “Adefonsus Totius Hispaniae Imperator”.
En el año 871 los Banu Casin apoyados por Alfonso se rebelaron contra Córdoba. Mohamed envió un ejército para detener la insurrección que fue detenido y rechazado por Diego Porcelos en la hondonada de Pancorbo. El desfiladero fue defendido como una plaza de enorme importancia estratégica.
En el mismo año el ejército de Mohamed también fue rechazado en el castillo de Cellorigo, que había sido conquistado por los alaveses de Rodrigo. Otra fortaleza de gran importancia para defender el desfiladero que permitía el acceso al valle de Mena
El rey Magno aprovechó los sucesivos levantamientos de bereberes, árabes y muladíes contra los Omeya, firmando coaliciones y alianzas con los muladíes.
Mohamed I una vez que conquistó Toledo en el año 871 ordenó levantar una serie de fortalezas. creando un nuevo territorio fronterizo: La Marca Media. Alfonso por medio de sus espías y correligionarios siguió inspirando e inculcando una política de sublevaciones internas en Toledo.
Apoyo al muladí, Ibn Marwan conocido como el gallego, Señor de Mérida en el suroeste de la península con quien combatió y derrotó al emir de las comarcas del alto y medio del Guadiana. Lo mismo hizo con Omar ibn Hafsun, muladí de origen hispano-godo que se reveló contra Córdoba por el pago de impuesto y con sus hombres se hizo fuerte en Bobastro.
Mohamed atacó en el año 882 Saracusa donde Alfonso había enviado a su hijo Ordoño para que se educara con el linaje Banu- Casin, pero fue rechazado Repitió la campaña en 883 con el mismo resultado.
En el año 884 el rey magno se encontró con un levantamiento acaudillado por sus hermanos Fruela, Odoario y Bermudo, que se hicieron fuertes en Astorga, rápidamente fueron derrotados y ajusticiados.
En el 884 Mohamed I y Alfonso III firmaron la paz
Para hacer constancia de su paso por el reino mandó escribir “La Crónica Albeldense”, alrededor del año 881, que narra la historia del reino de Asturias desde sus inicios hasta el reinado de Alfonso III. Mando escribir “La Crónica de Alfonso III”, en el año 883 y que se centra en la figura del rey y la “Crónica de los reyes visigodos” en el año 911, que presenta al reino de Asturias como el heredero legítimo del reino visigodo. Hay un poema en latín ““De laude Hispaniae» que ensalza las virtudes de la península ibérica. Y el «Testamentum domini Adefonsi Regis»: un documento en el que Alfonso III reparte sus bienes entre sus hijos. //Alfonso otorgo el fuero de León: un código legal que regulaba la vida en el reino de León. Hizo lo mismo con Oviedo, con un Fuero igual al de León.
En política militar derrotó en numerosas ocasiones al hijo de Mohammed, el inquieto al Mundhir en contantes batallas entre los años 875 y 883 hasta que fue finalmente aplastado en las batallas en la Polvoraria, y Valdemora. Al Mundhir fue hecho prisionero. Mohamed se vio obligado a pagar rescate y a firmar una tregua de tres años. Era la primera vez que Córdoba pedía una tregua
Alfonso que había apoyado a los Banu Casin en contra del emir. Ayudo a los pamploneses a crear el reino de Pamplona junto con el conde de Pallars para convertir a Sancho Garcés en rey.
Al final de sus días, se sublevó su hijo García, que se había casado con Nuña, hija del conde de Castilla Munio Núñez II que fue el instigador de la conjura contra el rey. Capturado García su suegro Nuño provocó un levantamiento ayudado por Jimena y sus hijos Ordoño y Fruela
Juan Pisuerga
