Las ruinas de Santa María de Tina corresponden a un antiguo templo situado en un paraje boscoso a las afueras de Pimiango, una localidad de la parroquia de Colombres, en el concejo asturiano de Ribadedeva. El edificio se asienta sobre una plataforma cercana a la costa, inmerso en un singular paisaje de encinas, eucaliptos y matorrales, muy próximo a la cueva prehistórica de El Pindal.
Los restos visibles pertenecen a un monasterio del siglo XIII de la Orden Cisterciense. No obstante, en ese mismo emplazamiento existió un cenobio cristiano desde el siglo X, ocupado por comunidades de monjes y monjas dedicadas a la oración y al servicio a los fieles. Es probable que este primitivo templo sirviera como albergue para los peregrinos del Camino de Santiago del Norte, aunque no queda ningún rastro de su estructura original.
La iglesia, de un diseño aparentemente sencillo y austero, fue erigida en un espacio retirado y de difícil acceso, lo que refuerza su perfil de eremitorio o centro religioso, concebido según los estrictos preceptos de la Orden del Císter.
La primera mención documental del lugar data de agosto de 931, en un diploma que alude a Santa María de Tina. Este documento corresponde a la época de Alfonso IV, antes de que el rey se retirara como monje a Sahagún.
Los restos que permanecen en pie son de estilo tardo románico y de factura modesta, construidos con mampostería y sillarejo. Una titular de la Cátedra de Historia del Arte ha señalado que los muros están retocados, dado que la sillería no se corresponde con la de los arcos triunfales.
Aunque el techo de la nave principal está derrumbado, aún es posible apreciar la planta original: una nave ancha con una cabecera de tres ábsides semicirculares, donde el central sobresale por su mayor altura. Los ábsides conservan tanto los arcos de ingreso como las bóvedas románicas. Estos espacios se iluminan a través de pequeñas ventanas saeteras con un derrame interno.
En la fachada principal, sobre el arco apuntado, se alza una espadaña de aspecto barroco. A lo largo de los siglos, el templo sufrió diversas modificaciones y ampliaciones que alteraron su estructura primitiva.
Durante siglos, Santa María de Tina fue un centro religioso y de peregrinación. La Virgen de Tina era venerada en toda la región y se le atribuían numerosos milagros.
La vida monástica en el lugar cesó probablemente antes de la desamortización de 1836, ya que los registros del concejo solo conservan documentos de nacimientos, matrimonios y defunciones hasta 1765.
PARA MÁS INFORMACIÓN CONSULAR:
- Fernández Conde, F. J. (1989). Santa María de Tina Mayor (Asturias). Primer balance de unas excavaciones arqueológicas. Universidad de Oviedo.
- Menéndez, J. F. (1997). Obra histórica Llanes. Llanes.
- Monge Calleja, F. (1999). Iglesia y Monasterio de Santa María. El prerrománico olvidado.