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Valdeolea es un extenso valle del sur de Cantabria, situado entre la comarca de Campoo y el norte de Palencia. Un territorio de transición entre la cordillera Cantábrica y la Meseta septentrional, que ha marcado su historia a lo largo de los siglos.

El paisaje está dominado por montañas, bosques, ríos y amplios prados, salpicados de pequeños núcleos de población. En cada pueblo se alza una sencilla iglesia, testimonio del románico rural y tardío de la zona.

La presencia humana en Valdeolea se remonta a la prehistoria, como lo demuestran los conjuntos de menhires que aún se conservan.

Durante la época romana, el valle fue un lugar de notable actividad. El pequeño yacimiento arqueológico cercano a Mataporquera es clave para comprender este periodo, pues se cree que fue un punto de cruce de calzadas romanas. Las fortificaciones del cercano yacimiento del Monte Ornedo, por su parte, testimonian la época de las Guerras Cántabras.

Entre los siglos X y XIII, el valle fue repoblado por montañeses cántabros de origen hispano-godo. La mayoría de los pueblos actuales, así como su valioso patrimonio románico, datan de este periodo. Las iglesias de Valdeolea son, en su mayoría, templos concejiles. Esta tradición se remonta al año 824, cuando en Brañosera se estableció el primer ayuntamiento europeo, entregado por el conde Munio Núñez y otorgado por Alfonso II el Casto.

Los templos y abadías del valle pertenecen a un periodo tardío del románico rural. Aunque se trata de iglesias de pequeño tamaño y de marcado carácter, la calidad constructiva resulta notable. Se empleó piedra de sillería, lo que confiere a los edificios solidez y una estética cuidada.

El románico de Valdeolea no presenta un estilo único, sino que integra influencias de centros cercanos, como el monasterio de San Pedro de Cervatos, y de los monacatos del norte de la Meseta Septentrional. En sus templos se encuentran elementos característicos, tales como dobles columnas en los ábsides o capiteles en las jambas de las portadas.

La decoración se concentra en canecillos, capiteles y portadas, donde se aprecian: Motivos vegetales y geométricos. Escenas figuradas que abarcan desde temas bíblicos y de la vida cotidiana hasta representaciones mitológicas o del bestiario.

Valdeolea alberga varios templos singulares como la Iglesia de Santa María de las Henestrosas. Un templo de nave única con notables trabajos artesanales en canecillos y capiteles.

La Iglesia de San Martín, en San Martín de Hoyos, que conserva una nave románica original y espléndidos capiteles en el arco triunfal.

La Ermita de San Miguel de Olea: Prototipo del románico rural del siglo XII, con interesantes capiteles historiados en su interior.

El Templo de San Juan Bautista en Mata de la Hoz: Construido a finales del siglo XII o principios del XIII, cuenta con una sola nave, muros de sillería, un presbiterio corto y un ábside semicircular. Es un templo modesto, con representaciones escultóricas toscas pero expresivas en los canecillos y una hermosa espadaña. Lamentablemente, a lo largo de los siglos ha sufrido numerosos añadidos que ocultan gran parte de su diseño original.

El románico de Valdeolea constituye un valioso legado cultural con un conjunto de iglesias rurales que destacan por su singularidad y su historia.

Juan Pisuerga

 

 

 

 

 

 

 

 

PARA MÁS INFORMACIÓN, CONSULTAR:

  1. García Guinea, M. A. Guía artística de Cantabria. 2.ª ed. Librería Estudio, 1991.
  1. García Guinea, M. A. Románico en Cantabria. 1.ª ed. Librería Estudio, 1988.