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La conquista del nuevo mundo y, en concreto, de la isla La Española, iniciada en 1492 por Cristóbal Colón, fue un proceso complejo y lleno de contradicciones. Más allá de la imagen heroica del almirante y de su enorme hazaña, la realidad fue muy distinta y estuvo marcada por numerosos conflictos y tensiones sociales.

El descubrimiento de nuevas tierras creó en la corte española y en el pueblo peninsular unas expectativas que iban más lejos de lo puramente económico. Se había encontrado un nuevo Edén, un lugar donde abundaban el oro, la plata y las piedras preciosas, así como otros productos de alto valor en el mercado europeo, como las especias. Estas expectativas estaban basadas en los relatos descritos por Marco Polo cien años antes, así como en la necesidad que tenía la marina de Castilla de encontrar nuevas rutas comerciales para competir con las potencias europeas de la época.

La Española sería el primer paso para la conquista de nuevas tierras con nuevas oportunidades para los aventureros, para el comercio y para encontrar nuevos alimentos.

Por otra parte, la iglesia y el pueblo español creían en su misión civilizadora y religiosa y esperaban convertir a los habitantes de La Española al cristianismo.

En su segundo viaje, Colón llevó en sus barcos, además de hombres y gente de armas, animales domésticos, semillas, vides y árboles para crear granjas agropecuarias con las que alimentar a la población nativa y española.

La conquista sentó las bases para la fundación de pueblos, villas y ciudades como Santo Domingo, que se convirtieron en importantes centros administrativos y comerciales.

Inicialmente, las relaciones entre españoles y taínos fueron relativamente pacíficas. Colón estableció con ellos varios pactos y alianzas.

Los exploradores españoles llegaron con la idea de encontrar oro y plata, lo que llevó a una explotación intensiva de los recursos naturales, pero a los pocos años de su desembarco comprobaron que habían exagerado sus expectativas.

Las duras condiciones de vida en la isla con escasez de alimentos, la aparición de nuevas y antiguas enfermedades y el fracaso en la búsqueda del oro hicieron que Colón tuviera enseguida una fuerte oposición. Se empezó a cuestionar su liderazgo. Hubo enfrentamiento por el control de los territorios y los recursos. Un grupo de colonos se hizo con un barco y regresó a España. Otros se dedicaron a saquear las propiedades de los indios y a abusar de las tainas.

La encomienda surgió como una respuesta práctica a la necesidad de organizar la mano de obra indígena para las minas y las granjas. No fue concebida como un sistema rígido, sino que se fue moldeando a través de diversas disposiciones reales y acuerdos.

La encomienda era una relación socioeconómica de uso en Europa desde la Edad Media y duró hasta bien entrado el siglo XVIII. Fue concebida como un intercambio de prestaciones, donde el fuerte daba protección al débil a cambio de su fidelidad y de la prestación de determinados servicios, lo que condujo al feudalismo poco conocido en la península ibérica.

No existe una «primera ley de la Encomienda» en el sentido de una única ley promulgada en España que estableciera este sistema en el nuevo mundo. Este sistema evolucionó a lo largo del tiempo, siendo producto de una serie de disposiciones reales, bulas papales y leyes de los gobernadores que se fueron adaptando a las circunstancias de cada región y momento histórico.

En la encomienda, los colonos tenían que proteger, alimentar y evangelizar a los nativos que se les “encomendara” y estos les pagarían con mano de obra. El sistema fue objeto de numerosas críticas y debates, lo que llevó a la promulgación de nuevas leyes y reformas. La reina Isabel de Castilla eliminó la encomienda. Para la Corona de Castilla, eran tan castellanos los colonos como los nativos.

La encomienda implicaba un delicado equilibrio entre los intereses de la Corona, los conquistadores, la iglesia y los propios indígenas. Este conflicto dio lugar a una legislación compleja y cambiante.

El sistema de trabajo impuesto a los indígenas por algunos colonos en las minas y en determinadas granjas exigió un sobresfuerzo de los indios que, unido a la falta de comprensión de sus costumbres, creencias y estructuras sociales, llevó a una serie de malentendidos. Si añadimos las enfermedades como la viruela, que llevaron a una significativa disminución de la población nativa, se puede entender la enorme tensión social.

La Iglesia jugó un papel fundamental en la conquista, promoviendo la conversión de los indígenas al cristianismo y la fundación de escuelas, pero no pudo detener el conflicto por el desequilibrio social.

Los taínos, a pesar de su inferioridad tecnológica, organizaron diversas rebeliones en contra de los conquistadores.

La ambición de Colón y su incapacidad para gestionar eficazmente la isla generaron tensiones tanto con los indígenas como con los colonos españoles. Se le acusó de crueldad, de enriquecerse a costa de los demás y de no cumplir con sus promesas a la Corona española ni con los dictámenes de la Reina. Los enfrentamientos entre Colón y los pobladores españoles fueron casi continuos. Lo mismo sucedió entre los colonos por hacerse con territorios y comarcas.

Finalmente, en 1500, Francisco de Bobadilla, enviado por los Reyes Católicos, llegó a La Española con órdenes de investigar las acusaciones contra Colón. Tras un juicio sumario, Colón fue arrestado y enviado a España, poniendo fin a su gobierno en las Indias.

Juan Pisuerga

PARA MAYOR INFORMACIÓN

1- «El caribe insular del siglo XVII. Tratado sobre la lengua y la cultura de los tainos.».

2-Oliver, José R. Caciques and Cemi Idols: The Web Spun by Taino Rulers Between Hispaniola and Puerto Rico. University of Alabama Press. pp. 36-7. ISBN 978-0-8173-5515-9.

3- Pedro L. Verges Vidal. BOLETÍN DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN. República Dominicana. «Prisión y muerte de Caonabo». Archivado desde el original el 17 de octubre de 2013. Consultado el 31 de enero de 2013.

4-Oter, Frederick Albion (1908). Juan Ponce de León. Harper & Brothers. ISBN 0795026935.

5-Badillo, Jalil Sued (2008). Agüeybana El Bravo: La recuperación de un símbolo [Agüeybana El Bravo: Recovery of a symbol]. Ediciones Puerto. ISBN 9781934461181.

6-Lovén, Sven (2010). Origins of the Tainan Culture, West IndiesUniversity of AlabamaISBN 9780817356378.