Corría el año 1964 cuando, al oeste de Aguilar de Campoo, un valle de la comarca natural de Boedo-Ojeda fue inundado. Se había puesto en marcha el Pantano de Aguilar de Campoo, un embalse con una capacidad de 247 millones de metros cúbicos. Su construcción perseguía varios objetivos: transformar un terreno con una economía rural deficiente en un sector de gran riqueza energética, convertirlo en un gran depósito de agua para el regadío y detener las terribles inundaciones que durante siglos habían afectado a los pueblos y ciudades de la meseta septentrional.
Como contrapartida, el pantano anegaría los pueblos de Cenera, Villanueva del Río, Quintanilla de la Berzosa y Frontada, obligando a sus habitantes a abandonar sus hogares. Cuando el nivel de sus aguas desciende, es posible ver un puente medieval del siglo XIII y las torres de las iglesias de Cenera y de la Virgen de Llano.
En el año 1960, la iglesia románica de San Juan Bautista, que servía de parroquia a la aldea de Villanueva de Río Pisuerga, fue desmontada y catalogada piedra a piedra. Fue trasladada a su ubicación actual en Palencia y reedificada en un lugar idóneo: una zona ajardinada conocida como Parque de la Huerta de Guardián de Palencia. ¡Una decisión muy acertada!
Su reconstrucción se llevó a cabo en 1980, dos décadas después, gracias a una subvención de ocho millones de pesetas. Aun hoy se aprecian algunos números impresos en los sillares que facilitaron el ensamblaje del edificio. Se respetó la orientación este-oeste, lo que permite que el impacto de la luz o las sombras realce sus primitivos claroscuros, incrementando su belleza.
La iglesia es un hermoso ejemplo del tardo románico rural palentino del siglo XII. Un edificio sencillo, muy armónico, equilibrado y sumamente agradable a la vista.
En el exterior, el ábside tiene dos contrafuertes que alcanzan la mitad del tambor, y en el centro destaca un elegante y amplio vano con derrame exterior, decorado con dos arquivoltas que se apoyan en dos columnas con sus respectivos capiteles. El capitel derecho parece representar una escena del Pecado Original.
La portada sur, de gran belleza, es su elemento más sobresaliente y llamativo. Cuenta con siete arquivoltas cuyos motivos decorativos tienen como protagonistas a las bolas y las puntas de diamante. Los arcos se sustentan en tres pares de columnas con capiteles de cestas vegetales. En el muro contiguo al pórtico, sobresale un vano en forma de ventana saetera con derrame exterior. Posee una arquivolta y en el capitel de la derecha se observa una talla de Adán y Eva.
La hilera de canecillos que soporta la cornisa se conserva en buen estado. Predominan los motivos geométricos, aunque también hay elementos figurativos como animales, músicos y diversos personajes.
El interior consta de una pequeña nave. Su cabecera está compuesta por un presbiterio rectangular y estrecho, reforzado por arcos fajones. Un arco triunfal apuntado se apoya en semicolumnas adosadas al muro. El ábside es semicircular y cuenta con una ventana central.
Resultan particularmente interesantes los capiteles historiados del arco triunfal. Están tallados con motivos geométricos y vegetales, a excepción del orientado al norte, que muestra a un personaje con las manos en el pecho.
Los muros laterales del presbiterio son el rasgo más destacable, embellecidos con sendas arquerías ciegas. En el lado de la Epístola hay dos arcos de medio punto y tres columnas con capiteles de arpías y cabezas humanas. La arquería del Evangelio es más original por la forma de sus arcos y por sus capiteles de hojas helicoidales, donde una talla representa a hombres entre volutas que parecen estrecharse la mano.
La Iglesia de San Juan Bautista funciona actualmente como un Centro de Interpretación del Románico del norte de Palencia.
Juan Pisuerga
PARA MÁS INFORMACIÓN, CONSULTAR:
- García Guinea, M.A. (1975). El arte románico en Palencia. Diputación Provincial de Palencia.
- Garma Ramírez, David. (2020). Iconografía y simbolismo del románico. Ed. Arte Guías. Madrid.