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La mentira de un marinero inglés terminó con la derrota de Cartagena.

A mediados del siglo XVIII España era un gigante que se iba apagando lentamente. La guerra de la sucesión, que cambió la dinastía de Habsburgo de Austria por los Borbón de Francia, había dejado las arcas españolas medio vacías, un ejército debilitado y una flota mermada. De todas formas, el imperio español seguía siendo muy extenso. La mayor parte de América y las Filipinas eran todavía territorios españoles.

La llegada al trono de los Borbones había cambiado el panorama político y militar. Francia era ahora una aliada. Permanecía la amenaza inglesa, que había armado una gran flota subvencionada y apoyada por una burguesía anglosajona muy ambiciosa.

Los ingleses querían el comercio americano del sur, en donde España actuaba con relativa exclusividad. Inglaterra ya había ocupado algunas comarcas de la costa del norte de América, pero querían el comercio sudamericano, para lo cual tenían que derrotar y apartar a España.

Los comerciantes ingleses incitaban y estimulaban el contrabando en el Atlántico Sur para burlar el comercio español. Uno de los contrabandistas fue apresado por el capitán Julio León Fandiño después de una batalla en cuyo barco transportaba material de contrabando.

El contrabandista llamado Jenkins, apoyado por nobles y mercaderes, se presentó en el parlamento inglés. Según su testimonio, su barco, el Rebecca, fue abordado por el guardacostas español, Isabela, frente a las costas de Florida. El capitán del barco español, Juan León Fandiño, le ordenó que mostrara su permiso de navegación y el cargamento. Como no lo hizo, Fandiño se quedó con la mercancía y como escarmiento sacó su sable y cortó una oreja al contrabandista diciéndole:

«Dile a tu rey que lo mismo le haré, si a lo mismo se atreve».

Jenkins en el parlamento inglés enseñó la oreja, pero omitió que llevaba contrabando. Dijo que el barco español le había abordado para robarle la mercancía. Los historiadores dicen que fue un montaje de los mercaderes. Sea como fuere, el hecho es que la oreja Jenkins se convirtió en el año 1739 en el símbolo de la venganza inglesa.

Estalló la guerra llamada de la oreja de Jenkins, que terminó en la derrota de la flota inglesa en Cartagena de Indias.

 

       Juan Pisuerga

 

PARA MAYIR INFORMACIÓN

 

1-Albi de la Cuesta, Julio (1987). La Defensa de las Indias. Cultura Hispánica.

2-Batista González, Juan (2007). España Estratégica. Guerra y Diplomacia en la Historia de España. Sílex. ISBN 978-84-7737-183-0.

3-Casado Rabanal, David (2009). La Marina Ilustrada. Sueño y Ambición de la España del XVIII. Ediciones Antigona – Ministerio de Defensa. ISBN 978-84-92531-06-6.

4-García Rivas, Manuel (2012). (2016). Don Blas de Lezo: biografía de un marino español del siglo XVIII. Madrid: Edaf. ISBN 9788441436398.

5-Richmond, Herbert William (1920). The Navy in the War of 1739–48, Cambridge.

6-Rodríguez, José Manuel (2008). El Vasco que Salvó al Imperio Español: el Almirante Blas de Lezo, Áltera.

7-Sáez Abad, Rubén (2010). La Guerra del Asiento o de la Oreja de Jenkins (1739-1748). Almena. ISBN 978-84-9271-409-4.

8-Victoria, Pablo (2014). El día que España derrotó a Inglaterra: Blas de Lezo, tuerto, manco y cojo destrozó a la mayor armada inglesa. Edaf. ISBN 978-84-414-3511-7.

9-López Hernández, Ignacio J., «La defensa de Santiago de Cuba al ataque de Vernon de 1741: Principios de fortificación para la guerra en el Caribe«, Anuario de Estudios Americanos, Vol 76, 1,