En su segundo viaje a América, Colón y su tripulación avistaron y desembarcaron el 3 de enero de 1494 en una isla que los nativos llamaban Xamayca, que venía a significar «tierras de madera y agua». Otros historiadores aseguran que simplemente era “tierra de primaveras”. El almirante la llamó Santiago en honor al apóstol y la describió como una hermosa tierra de montañas azules y ríos de verdes colores que corren al lado de la costa.
La isla estaba habitada por tribus de taínos, caribes y arahuacos.
Cuando los barcos estuvieron cerca del litoral, se acercaron grandes canoas llenas de indios pintados de varios colores y blandiendo armas y gritos de amenaza. El almirante los invitó a subir a su barco. Les regaló espejos, cascabeles y campanillas, lo que les puso muy contentos, cambiando su actitud. Colón echó el ancla en una bahía que llamó Santa Gloria.
Un contingente de nativos quiso impedirles el desembarco, pero Colón envió varios botes con gente de armas. Al llegar a la orilla, mandaron una descarga de flechas que hirió a varios indígenas, y ya en tierra firme los pusieron en fuga con otra lluvia de flechas y con la suelta de perros.
Colón tomó posesión de la isla que llamó Santiago. Al puerto donde atracaron, por su forma de herradura y la comodidad de tener agua dulce de un río cercano, le tituló Puerto Bueno.
Estableció base para explorar la isla y sus costas.
Se dice que en un primer reconocimiento encontró minas de oro y otros recursos naturales, pero no está claro si fue una estratagema para que la corona le diera más recursos porque su estancia en la isla fue corta. Regresó a La Española en busca de apoyo económico para su expedición.
Esquivel llegó a América con Colón en su segundo viaje y se mantuvo en La Española a las órdenes del gobernador.
Corría el año 1503 cuando el gobernador Ovando encargó a Esquivel sofocar una rebelión del cacicazgo Cotubanamá en Higüey en La Española. En esta comarca habían atacado y asesinado a ocho españoles.
En el año 1505, el duque de Medina Sidonia, Juan Pérez Guzmán, propuso al gobernador explorar y conquistar la isla de Jamaica, pero el rey Fernando el Católico lo rechazó. No quería que una importante casa nobiliaria se enriqueciera demasiado y, al estar tan lejos de la península, pretendiera algún tipo de secesión con la corona.
En el año 1509 fue nombrado Diego Colón gobernador de La Española, sustituyendo a Nicolás Ovando. Durante su mandato y por su enorme ambición de poder y riquezas, estableció una serie de instituciones para la explotación de los recursos de la isla por todos los medios posibles en contra de los indios y de los españoles que se le opusieran.
Diego Colón se enfrentó con numerosos conflictos con los nativos y con una fuerte oposición de docenas de colonos. Los Colón mantenían una constante rivalidad con los conquistadores y funcionarios españoles a los que estaba perjudicando. Pensaron que Jamaica podría ser una fuente de riquezas, en oro y en otras materias primas valiosas. La conquista de la isla era una oportunidad de aumentar los territorios bajo su dominio en el Caribe, fortalecer su presencia y enriquecerse.
En el año 1510, Diego Colón envió a Juan Esquivel a Jamaica con la responsabilidad de explorar y conquistar tierras desconocidas. El gobernador quería expandir su dominio por el Nuevo Mundo y la conquista de Jamaica era una forma de consolidar su prestigio. Escogió a un reconocido militar que ahora tendría la responsabilidad de explorar y conquistar tierras no conocidas.
Esquivel siguió en Jamaica la guerra con los taínos, que eran la tribu más numerosa. Después de numerosas y prolongadas batallas, conquistó la isla. Muchos taínos fueron detenidos, otros murieron en la guerra y varios por enfermedades.
Bajo el mando de Esquivel se consolidó el dominio español, pero la conquista de Xamayca no fue fácil, sino un proceso complejo. Colón lo nombró teniente gobernador de Jamaica.
El gobernador Diego Colón impuso de nuevo el sistema de encomiendas.
Los expedicionarios se llevaron una desilusión cuando, en Jamaica, pudieron comprobar que no había oro sino rocas que los nativos llamaban oro blanco. La isla nunca llegó a ser una fuente de las riquezas como se esperaba. La economía la llevaron los españoles y se basó en la agricultura y principalmente en el cultivo de caña de azúcar.
Esquivel fundó la primera ciudad española en Jamaica, que llamó “Sevilla la Nueva”, “y la pobló de castellanos”. Se despobló en 1525. Los ingleses la refundaron en 1655 con el nombre de Saint Ann´s Bay. Fundó también la villa de Melilla y los puertos de Santa María y San Antonio y estableció las bases de la sociedad española en la isla.
El legado de Esquivel en Jamaica es innegable. Además de ser un buen militar, conquistador y vencedor, fundó villas y ciudades, introdujo nuevos animales y granjas agrícolas, en especial la caña de azúcar canaria. Promovió la evangelización y estableció numerosas escuelas católicas. Y finalmente convirtió a la isla en un centro de comercio.
Las críticas le provienen de su participación en las encomiendas, pero Esquivel era un militar que obedecía las órdenes del gobernador Diego Colón.
Jamaica está registrada con ese nombre en 1511 a causa de un error gramatical o litográfico al cambiar la X de Xamayca con la J
En la isla, además de los taínos, vivían los arahuacos, muy aficionados al tabaco. De hecho, la palabra tabaco proviene de su lengua. Con ese término se identificaban las pipas de fumar que elaboraban con un tubo de caña en forma de Y que se introducían en los orificios de la nariz. Del araucano son también los siguientes términos: huracán, colibrí, hamaca, caníbal, caimán, tiburón y canoa.
Cuando la Corona Española abolió el sistema de Encomienda de forma definitiva, para trabajar en las plantaciones y granjas empezaron a llegar esclavos africanos en barcos ingleses, franceses, holandeses y españoles. El tráfico de esclavos en aquella época era legal.
Los excesos cometidos por Esquivel según las órdenes de Colón durante la conquista de Jamaica le condujeron a un juicio por la Corona castellana y fue reemplazado por Francisco de Garay en 1513.
Durante el siglo XVII, Jamaica se convirtió en un refugio de piratas y corsarios ingleses para atacar a los barcos españoles.
En 1655, los ingleses, liderados por Oliver Cromwell, invadieron y conquistaron la isla. En 1670, España cedió formalmente Jamaica a Inglaterra.
La cultura y la historia de Jamaica son una mezcla de influencias indígenas, españolas, africanas e inglesas. Aunque su idioma oficial sea el inglés, casi todos los habitantes hablaban español a principios de siglo.
La economía agrícola que introdujeron los españoles, sobre todo de caña de azúcar, ha cambiado hacia el turismo y los servicios.
PARA MAYOR INFORMACIÓN
1-Black, C.V., 1983. History of Jamaica. Kingston, Jamaica.
2-Higman, B.W., 1988. Jamaica surveyed. Plantation maps and plans of the eighteenth and nineteenth centuries. Kingston, Jamaica.
3-Morse, J. (1797). «Jamaica». The American Gazetteer. Boston, Massachusetts: At the presses of S. Hall, and Thomas & Andrews.
4-Morales Padrón, Francisco. 1953 2003. Spanish Jamaica. Kingston: Ian Randle Publishers.
5-Williams, Eric. 1964. British Historians and the West Indies. Puerto España: P.N.M. Publishing Company.
6-Varela, Consuelo (1988). Colón y los florentinos. Madrid: Alianza América. pp. 99-100. ISBN 84-206-4222-3.
Juan Pisuerga