Amusco es un pueblo de la comarca de Tierra de Campos. En el municipio y sus alrededores se han encontrado yacimientos que datan de las épocas de vacceos y de la dominación romana.
Durante el siglo XII, la comarca de Campos se encontraba despoblada. Por esta razón, el rey y los gobernantes promovieron la repoblación mediante la eliminación de impuestos y tributos para quienes se establecieran en la zona, atrayendo a montañeses, judíos y mozárabes. Los nuevos habitantes cultivaron la tierra, ya fuera mediante apropiación de terrenos baldíos o trabajando para señoríos o monasterios a cambio de una parte de la cosecha. La agricultura de cereales se consolidó, así como la base económica de la comarca. Su momento de esplendor fue cuando se convirtió en un centro de la industria de la lana y de molinos de grano.
Alfonso VIII de Castilla en el año 1175 cedió a cuarenta familias judías al obispo don Raimundo a cambio de la mitad de la villa de Amusco, que donó a la orden de Calatrava. Esta cesión implicaba que las familias judías pasaban a ser vasallos del obispo, quien ejercía sobre ellas derechos señoriales y fiscales. La medida aseguraba el poder y la renta del obispado sobre la comunidad hebrea de la ciudad.
Un aspecto notable de su historia medieval es la presencia de una gran comunidad judía, que en su momento llegó a superar en número a la población cristiana.
Para proteger a la población, fue amurallada con numerosos pasadizos subterráneos.
Pa . Los judíos, por su parte, establecieron una judería en el siglo XIII y una sinagoga en el XIV, cuyos restos todavía se conservan. La única condición impuesta era que el templo judío tendría que ser más bajo que la iglesia cristiana.
La iglesia actual de San Pedro Apóstol es una singular mezcla de estilos arquitectónicos: románico, gótico, renacentista y barroco. Su imponente espadaña es visible a varios kilómetros y simboliza el poder de la localidad, lo que le ha valido el sobrenombre de «El Pajarón de Campos».
Los elementos románicos se aprecian en las dos portadas del templo, situadas en los muros sur y oeste, ambas protegidas por atrios.
La puerta sur, la más antigua, data de principios del siglo XIII. Presenta seis arquivoltas: las cinco exteriores se apoyan sobre capiteles, mientras que la interior carece de ellos. Los arcos no poseen decoración figurativa, sino molduras y boceles que les confieren una gran riqueza visual. Los capiteles de las diez columnas que flanquean las jambas interiores están decorados con motivos vegetales, característicos del estilo cisterciense.
La puerta de Poniente muestra un estilo tardo románico, más cercano al gótico. Se caracteriza por su estructura abocinada y su detallada decoración. Cuenta con siete arquivoltas apuntadas, adornadas con motivos como hojas cuadrifolias, ángeles verticales y dientes de sierra. Cada arquivolta reposa sobre columnas de fustes cilíndricos y capiteles con decoración vegetal. Flanqueando la portada se encuentran dos esculturas de San Pedro y San Pablo, que se cree fueron añadidas posteriormente.
Juan Pisuerga
PARA MÁS INFORMACIÓN, CONSULTAR:
- Arco y Garay, Ricardo del (1954). Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid.
- González González, Julio (1960). El reino de Castilla en la época de Alfonso VIII. Madrid.
- Martínez Díez, Gonzalo (2007). Alfonso VIII, rey de Castilla y los judíos. Gijón.
- Pérez Monzón, Olga (2002). El poder real en Castilla: Alfonso VIII. Las juderías. Departamento de Historia de la Universidad Autónoma de Madrid