Castilla empezó siendo un pequeño rincón entre el sur de Cantabria y el norte de Burgos, luego un importante condado del reino astur-leones y más tarde un reino.
Castilla nace por emigrantes montañeses establecidos en los valles de Mena, Valdivielso, Tobalina… como baluartes frente al Islam, donde levantaron torres defensivas para protegerse de los ataques musulmanes amparados por los montes Obarenes. De sus núcleos poblacionales nace el nombre de Castella Vetula.
El condado castellano se basó en un conjunto de hombres valientes que defendían sus derechos, propiedades y religión. Es como una novela histórica no escrita. En su fundación se suman unos hechos protagonizados por personajes reales, que parecen sacados de una novela de aventuras.
El condado abarca desde el año 800 hasta el último conde castellano y fundador del Reino de Castilla, Fernando I el Grande, en el 1030.