SANCHO GARCÍA, CONDE DE CASTILLA
En el año 965, murió envenenado Sancho I el Craso y subió al trono leonés Ramiro III, un rey niño cuya regencia la ostentaba su tía Elvira, hija de Ramiro II y de Urraca Sánchez de Pamplona. En ese mismo año, 965, nació Sancho García, hijo del conde de Castilla García Fernández.
Los reinos y condados cristianos rendían homenaje al califa Al-Hakam desde su ascenso al trono en el 961. Esta calma militar se rompió en 974, cuando García Fernández, aprovechando que el grueso del ejército califal se encontraba en el norte de África, atacó las plazas de Deza y Atienza. Un año después, una coalición de leoneses, castellanos y navarros sitió la fortaleza de Gormaz. El general musulmán Galib puso fin a los ataques cristianos, infligiéndoles derrotas en las batallas de San Esteban, Langa y Gormaz.
La inestabilidad volvió en 982 con la guerra dinástica en el reino de León entre Ramiro III y Bermudo II. Aunque Castilla se inclinó inicialmente por Ramiro, aceptó de buen grado a Bermudo II, sobrino del conde García Fernández, una vez proclamado rey de León en el 985.
Entre 984 y 989, Castilla experimentó un periodo de relativa paz, posiblemente fruto de algún pacto no bien documentado. Sin embargo, las treguas fueron nuevamente rotas por García Fernández, quien, en su afán por medir fuerzas, intentó reconquistar el castillo de Atienza.
En 989, el conde castellano dio refugio al primogénito de Almanzor. Ante la negativa de García Fernández a devolver a su hijo, Almanzor desató una brutal campaña contra el condado. La presión de nobles, magnates y vasallos, que pedían la entrega de Abdalá a su padre, obligó a García a ceder. Se pactó entonces una dolorosa tregua de dos años con Almanzor.
Un giro significativo ocurrió cuando Bermudo II repudió a su esposa Velasquita por consanguinidad. El conde de Castilla, García Fernández, no dudó en ofrecerle la mano de su hija, y el matrimonio se celebró a finales del 991. Este hecho pudo ser la causa de un conflicto con su propio hijo, Sancho García. El heredero, de 25 años, temía que parte de su herencia pasara a manos del rey leonés como dote.
Mientras tanto, Bermudo II atravesaba un momento crítico. Almanzor, siempre buscando debilitar los reinos cristianos, prometía territorios y dinero a diversos condes, como fue el caso de los Banu-Gómez. Curiosamente, Sancho García estaba casado con Urraca Gómez, hermana del conde de Carrión y Saldaña, perteneciente a este linaje.
Inexplicablemente para los historiadores, Sancho García, heredero del condado de Castilla, se trasladó a Córdoba en otoño para pedir asilo político y pactar con Almanzor. El dominico Pérez de Urbel sugiere que fue consecuencia de la presión militar y política. Según este historiador, Castilla se había dividido en dos facciones: la de la guerra, liderada por el conde García Fernández, y la de la sumisión, encabezada por su hijo Sancho García.
El destino intervino cerca de Langa de Duero, donde el conde García Fernández fue malherido en un encuentro casual. Los musulmanes lo llevaron a Medinaceli, donde finalmente murió.
Convertido en conde de Castilla, Sancho García rompió con la política tradicional de su padre y abuelo, quienes habían sido fieles defensores de la frontera del Duero. Realizó concesiones territoriales a Almanzor, lo que resultó en cinco años de paz para Castilla, sin ataques de las tropas cordobesas.
En el año 999, Bermudo II falleció. Su heredero, Alfonso V, un niño de solo 5 años, era sobrino del conde de Castilla y de la reina viuda Elvira García, hermana de Sancho. El pequeño fue confirmado como rey, con su madre Elvira como regente y Menendo González como tutor. Sancho García aspiraba a la tutela de su sobrino, pero las partes en disputa eligieron a un cadí de Córdoba como juez. El cadí falló a favor de Menendo, lo que no agradó a Sancho. El castellano, entonces, se dedicó a reorganizar la administración del condado, trasladando su sede a León y abandonando Burgos.
El año 1000 presenció la formación de una gran coalición de condes y la nobleza leonesa, a la que se unieron los reyes Alfonso V de León y Sancho Garcés III de Navarra. Almanzor partió de Córdoba, sembrando la destrucción a su paso. Ambos ejércitos se encontraron en Peña Cervera, al sur de Silos, cerca del desfiladero de Yecla. Los cristianos sufrieron otra derrota, aunque las crónicas árabes mencionan 800 muertos en sus filas. Almanzor resultó malherido, pero continuó combatiendo por tierras sorianas y riojanas. La leyenda cuenta que el Amirí padecía una enfermedad desde que su caballo bebió de la pila bautismal de Santiago de Compostela; se dice que el caballo cayó fulminado y Almanzor contrajo una enfermedad desconocida.
Almanzor murió en Medinaceli en 1002, pero su fallecimiento no significó el fin del poder amirí en Córdoba. Su hijo Abd al-Malik, como chambelán y jefe del ejército, se dispuso a dirigir el califato. Sancho García apoyó al cordobés en algunas campañas a cambio de garantizar la paz en Castilla, una actitud que su sobrino Alfonso V de León calificó como «un conde traidor».
En 1007, Abd al-Malik lanzó una nueva expedición al corazón de Castilla, venciendo a los castellanos y ganándose el sobrenombre de «el victorioso». Murió en 1008, y el poder fue heredado por su medio hermano Abderramán Sanchuelo, hijo de Almanzor y Urraca Sánchez de Pamplona. El nuevo chambelán, en lugar de prepararse para sus responsabilidades, se entregó a celebraciones y fiestas. Su nombramiento irritó a los nobles del califato. Su relación con el califa era de amistad, y consiguió de Hishem los mismos poderes que su padre y le pidió que lo designara su sucesor con el título «El Excelso y Fidedigno Defensor de la Dinastía», un nombramiento propio del califa, lo que provocó una sublevación.
La revuelta iniciada por Mohamed al Mahdi estalló en Córdoba en 1008. El conde castellano Sancho García apoyó a Sulayman y participó en el saqueo de Córdoba en noviembre de 1009, donde Hixem fue degollado.
Juan Pisuerga.
PARA MÁS INFORMACIÓN
- Sancho García. El de los buenos fueros. Conde de Castilla (2014)
- Martínez Díez, El condado de Castilla.
- Sánchez Candeira (1999)
- Salazar y Acha (2006)