EL CONDADO DE BURGOS
El enfrentamiento entre Mohamed I y Alfonso III se detuvo cuando ambos monarcas empezaron a tener problemas internos. El rey Magno sofocó rápidamente un levantamiento de sus hermanos en Astorga, mientras que Mohamed batallaba contra las rebeliones de muladíes en el norte, oeste y sur peninsular. Ante esta situación, se firmaron en el 787 unas treguas de tres años.
En el verano del año 882, Al-Munir, hijo de Mohamed I, comandó una expedición militar para saquear Castrojeriz y confiscar las cosechas de la comarca. Munio Núñez II no pudo detenerlo y se retiró a Amaya. Dos años después, en el 884, Al-Munir regresó al mismo lugar, pero fue rechazado al encontrar las murallas levantadas.
Ese mismo año, el rey ordenó a Diego Rodríguez Porcelos construir una fortaleza en un cerro en el centro de la meseta septentrional para proteger a los colonos montañeses que estaban repoblando esa comarca. Al sur de esta loma surgió un nuevo asentamiento: Burgos. Su ubicación era estratégica, siendo un paso obligado tanto de norte a sur como de este a oeste.
En el año 885, Diego Porcelos murió en combate contra los Banu Casi. Tras su fallecimiento, no hubo un nombramiento condal oficial. Aunque algunos documentos citan a Munio Núñez como uno de sus sucesores, el rey Magno prefería evitar que un noble acumulara demasiado poder, previniendo así una posible secesión en una comarca alejada de la corte.
En el 896, el rey García, heredero de Alfonso III, se casó con Muniadonna, hija de Munio Núñez II. Este matrimonio unía la casa real con una de las familias más influyentes del reino. A partir de esa fecha, Munio Núñez es mencionado como conde de Castilla.
El título de conde de Burgos aparece por primera vez en el 899, en el cartulario fundacional del monasterio de San Pedro de Cardeña. En este documento se nombra a Gonzalo Fernández como conde de Burgos y Lara, mientras que a Munio Núñez II se le designa conde de Castilla. Esto sugiere que, bajo la política administrativa del rey Magno, se habían creado dos unidades administrativas distintas: los condados de Burgos y Castilla.
El profesor medievalista Martínez Díaz afirma que Gonzalo Fernández fue conde de Burgos desde 899 hasta el 915, dato confirmado por menciones documentales de San Pedro de Cardeña. Durante su gobierno, los condados de Burgos y Castilla permanecieron unidos. A Gonzalo Fernández le sucedió en el condado de Burgos Fernando Ansúrez entre 916 y 917.
Tras la derrota de Valdejunquera en el 920, Ordoño II reorganizó los condados. Pérez de Urbel indica que Gonzalo se exilió a Pamplona, mientras que Martínez Díaz señala que, en un documento del año 922, el rey nombró a Nuño Fernández conde de Burgos y Castilla.
Durante la guerra dinástica entre Alfonso IV y su hermano Ramiro II, Nuño reconoció a Alfonso IV como rey en un pliego de San Pedro de Cardeña del 924, y este le confirmó como conde de Burgos. Al año siguiente, volvió a reconocerlo en un cartulario de las Asturias de Santillana. Cuando llega Ramiro II al trono, Nuño desaparece de los documentos. Años después, en el 935, recuperó la confianza real y firmó una donación a la sede episcopal en León.
No está claro si el sucesor en el condado fue Gutier Fernández. Este personaje, de filiación incierta, es citado como conde de Burgos en el 931. Algunos historiadores, basándose en su cognomento y patronímico, sugieren que podría ser hijo de Nuño Fernández, aunque esto es dudoso.
En el año 932, Ramiro II entregó a Fernán González los condados surorientales del reino, lo que implicó la absorción del condado de Castilla por el de Burgos.
En la falda del cerro del castillo, se construyeron casas para colonos, eremitorios e iglesias. Aunque Burgos era una villa modesta, se convirtió en el centro administrativo del condado y adquirió una importancia vital en Castilla. Nobles, magnates y obispos acudían allí para sellar pactos y debatir asuntos jurídicos, administrativos, militares o comerciales.
El rey encarceló a Fernán González, conde de Castilla, y envió a su hijo, el infante Sancho, al condado bajo la tutela de Asur Fernández, como atestigua un documento fechado en Burgos en 944.
Ante las incursiones musulmanas en la frontera sur, Fernán González fue liberado y residió en Burgos desde 947 hasta 950.
PARA MÁS INFORMACIÓN
- Martínez Diez, Gonzalo (2005). El Condado de Castilla (711-1038): la historia frente a la leyenda. Universidad de Valladolid.
- Pastor Díaz de Garayo, Ernesto (1996). Poblamiento, poder político y estructura social del Arlanza al Duero. Universidad de Valladolid.
- Pérez de Urbel, Justo (1945). Historia del Condado de Castilla. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
- Pérez de Urbel, Justo (1969). El Condado de Castilla. Los 300 años en que se formó Castilla. Madrid: Siglo Ilustrado.