EL CONDADO DE LARA:
Hay una enorme discrepancia entre los medievalistas para saber quién fue el primer conde de Lara. Sin ser categóricos, se puede afirmar que fue Gonzalo Fernández, el colonizador de las tierras de Lara. Era hijo de Fernando Nuño y nieto o, mejor, bisnieto de Munio Núñez y Argilo de Transmiera.
Gonzalo había participado en la repoblación de Burgos y Ubierna junto al conde Diego Rodríguez Porcelos en los años 882 y 884. Cuando muere Porcelos en el año 885, Alfonso III decidió fragmentar los grandes condados castellanos para evitar la concentración excesiva de poder en una sola figura. Gonzalo, siguiendo la labor de su padre Fernando Nuño, repoblador de La Bureba, extendió sus dominios hacia el sur de Burgos, colonizando valles fértiles y tierras productivas, al tiempo que impulsaba la creación de centros urbanos. Se le menciona como conde de Burgos por primera vez en 899, en la carta fundacional del Monasterio de San Pedro de Cardeña. En 912, el rey García I de León le concedió el título de conde de Castilla, ostentando así ambos títulos.
Ese mismo año, el rey le encomendó la conquista y repoblación de las villas de Haza, Clunia y San Esteban de Gormaz. Bajo su protección, los colonos se fueron asentando en las riberas del Duero. Fundó la villa de Lara, que convirtió en la sede de su linaje. Al parecer, el rey le nombró también conde de Lara.
Gonzalo contrajo matrimonio con Muniadonna, una mujer muy probablemente de la familia real. Tuvieron dos hijos: Fernán González y Ramiro.
Después de la derrota en la Batalla de Valdejunquera en 920, Gonzalo Fernández se refugió en Pamplona. Fray Justo Pérez de Urbel sugiere que se trasladó a la corte pamplonesa, donde un documento de 924 menciona a un conde llamado Gundisalvo.
Fernán González aparece ya como conde de Lara en un documento de 929, en un pliego documental para la emancipación de una comunidad de monjas de Santa María de Lara. En 931, sigue figurando con este título; en esa fecha, Fernando Ansúrez era conde de Castilla y reconocía el gobierno de Fernán González al sur del río Arlanzón. La relación entre ambas familias en aquel momento era buena, aunque se convertirían en rivales en el futuro.
Otro documento, redactado días después, registra una donación de terrenos a San Millán por parte de Muniadonna y sus hijos. Los testigos son los mismos que en el documento anterior, pero a Muniadonna se la identifica como commetissima para distinguirla de otra Muniadonna, la esposa de Fernando Ansúrez, quien también figura como testigo.
Un documento de 931 del Monasterio de San Pedro de Arlanza describe el alfoz de Lara. El pliego reconoce a Ramiro II como rey de León y a Fernán González como conde de Lara. En aquel momento, el alfoz abarcaba Burgos por el norte, los Montes de Oca por el este, las riberas del Arlanzón y Lerma por el oeste y Soria por el sureste. Algunos historiadores lo consideran apócrifo debido a su datación incompleta.
Fernán González falleció en 970, heredando el condado de Lara su hijo García Fernández, quien también asumió el condado de Castilla. A la muerte de este, su hijo Sancho García heredó ambos títulos. Tanto García Fernández como su hijo y su nieto Sancho García expandieron sus territorios por Castilla, León, Galicia y Andalucía, acompañando a los reyes en campañas. militares de Reconquista
El tutor de la reina Urraca I, Pedro Ansúrez, procuró que su pupila tuviera una vida estable, pero Urraca era una mujer de carácter inquieto y su vida estuvo marcada por las intrigas políticas. Su primer matrimonio político, en 1086, fue con Raimundo, conde de Borgoña. La relación no fue buena, y al no tener hijos, se separaron en 1095. En 1113, el conde Pedro González de Lara, que había servido al padre de Urraca, se convirtió en amante de la reina. El padre de don Pedro fue Gonzalo Núñez de Lara, posiblemente hijo o nieto de Nuño Fernández, hermano de Gonzalo Fernández, el padre de Fernán González. De la relación entre don Pedro y Urraca nacieron dos hijos: Fernando «El Infante de Lara» y Elvira «La Señora de Toro». Esta relación provocó un gran escándalo y contribuyó a la guerra civil que enfrentó a Urraca con su marido. Pedro González de Lara murió en batalla en 1130.
Tras don Pedro, la reina tuvo otro amante, Gómez González de Candamo, un noble leonés. De esta relación nació la infanta Sancha, y existen dudas sobre si Alfonso VII fue o no hijo de esta unión.
La Casa de Lara apoyó a Sancho III y a Alfonso VII, lo que les permitió beneficiarse de las conquistas y adquirir tierras y castillos. Con el nacimiento de Alfonso VIII, surgieron dos conflictos principales: la lucha por la regencia durante su minoría de edad y la guerra contra los almohades.
La contienda por la regencia del reino de Castilla se desató con la muerte de Sancho III en 1158. Alfonso VIII, de solo tres años, quedó bajo un consejo de regencia compuesto por nobles y prelados. Este consejo pronto se dividió en dos facciones: los Lara, liderados por Nuño Pérez de Lara, hijo de Pedro González de Lara, quien, apoyado por su hermano Manrique Pérez de Lara, se erigió en tutor del rey; y los Castro, encabezados por Fernando Rodríguez de Castro. Ambas facciones se enfrentaron en una serie de batallas, siendo la más relevante la de Lobregal en 1160, cerca de Villabrágima, en la actual provincia de Valladolid. La batalla culminó con la derrota del bando de la Casa de Lara, otorgando el control de la regencia a los Castro.
Alfonso VIII no alcanzó la mayoría de edad hasta 1170. Los Lara intentaron mantener su influencia en el gobierno durante algunos años más, pero finalmente, el rey logró emanciparse y los destituyó del poder.
Juan Pisuerga
PARA MÁS INFORMACIÓN
- Doubleday, R. Los Lara: Nobleza y monarquía en la España medieval. Ed. Turner; Madrid; 2004.
- Salazar y Castro, Luis. Historia genealógica de la Casa de Lara. Madrid.
- Sánchez de Mora, Antonio. (2003). La nobleza castellana en la plena Edad Media: el linaje de Lara. Universidad de Sevilla.
- Sánchez de Mora, Antonio. (2004). «Nuño González de Lara: «El más poderoso hombre que señor hubiese e más honrado de España». Historia, instituciones, documentos. Universidad de Sevilla.
- Menéndez Pidal, R. Historia de España. Espasa Calpe. 1974.