LA ENVENENADA HERENCIA DEL REY MAGNO
Durante el reinado de Alfonso III hubo tres hechos políticos relevantes: la derrota musulmana de la Polvoraria en el 884, con la captura del hijo del emir, que obligó a Córdoba a firmar un tratado de paz; la nueva frontera en el Duero, que obligaba a la construcción de fortalezas y castillos defensivos en la meseta norte; y la inestabilidad política en el reino, causada por la sublevación de los hijos del rey.
El rey Magno creó dos nuevos enclaves: Lantarón y Cerezo, que nacieron como señoríos, pero pronto se convirtieron en condados. Eran plazas de enorme importancia geoestratégica para controlar Miranda del Ebro y el valle de Mena, donde se establecían los colonos montañeses.
No se conocen bien los motivos por los que los hijos de Alfonso III, apoyados por algunos condes palatinos, se sublevaron contra su padre en el 909. Se cree que fue por el reparto del reino. El caso fue que el rey Magno tuvo que abdicar. Alfonso murió en Zamora en diciembre de 910 y fue enterrado en la catedral de Astorga. Con su muerte, la monarquía leonesa quedó desarticulada.
García, el primogénito, se convirtió en rey de León; Ordoño, en rey de Galicia, y Fruela, de Asturias. El conjunto del reino se transformó en una amalgama compleja de reyes, condes y magnates.
García estableció la sede del reino en León y quiso imponer su hegemonía a sus hermanos, quienes se negaron a reconocerle, lo que generó tensas relaciones. García se había casado con Muniadonna, hija de Munio Núñez II, conde de Castilla. Su suegro se trasladó a la corte como consejero del rey, pero aumentó tanto sus territorios condales que extendió sus posesiones desde Brañosera hasta el Esgueva.
García mandó levantar una red de fortalezas en la meseta norte para defender la nueva frontera. En el año 912, quiso impulsar la expansión del reino y ordenó a los condes castellanos conquistar y repoblar varias plazas fronterizas: Roa fue ocupada por Munio Núñez II; Gonzalo Fernández hizo lo mismo con Burgos, Clunia y San Esteban de Gormaz, y el conde Gonzalo Téllez con Osma. En el año 913, García conquistó la plaza de Arnedo, sede de los Banu Casi, para dominar el valle del río Oja, tierras que iban ocupando los colonos. El rey, herido durante el asedio, tuvo que retirarse y murió durante el camino en el año 914, antes de llegar a Zamora.
García murió sin herederos. Le sucedió su hermano Ordoño, que había sido rey de Galicia desde 910 hasta 914. Cuando fue proclamado rey de León, fusionó el reino de León con el de Galicia, con el consentimiento de los condes gallegos. Durante su adolescencia se había instruido en Zaragoza con Ismael ben Musa, del linaje Banu Casi. Se casó en el 892 con Elvira Menéndez, hija del conde Hermenegildo Gutiérrez. De esta unión nacieron Sancho Ordóñez, Alfonso Ordóñez, García Ordóñez y Jimena Ordóñez. Ordoño había colaborado con su padre en las tareas administrativas del reino. Una vez en el trono, mantuvo la política continuista de su padre y hermano. Continuó ensanchando el reino y otorgando donaciones territoriales a monasterios e iglesias.
En el 916, organizó un ejército que recorrió el suroeste de la península. Atravesó el Guadiana y venció a las tropas cordobesas del sur, que hostigaban a los muladíes del suroeste peninsular, obligando al valí de Badajoz a pagar tributos, que entregó a la catedral de León.
En agosto del 917, el nuevo emir Abderramán formó un ejército para atacar la frontera. Ordoño, avisado por sus confidentes, envió un contingente que, apoyado por los pamploneses, venció en la batalla de Castromoros al ejército cordobés ante las murallas de San Esteban de Gormaz.
En la primavera del 918, junto a Sancho Garcés I de Pamplona, emprendieron una campaña para la conquista de Nájera. Ese mismo año, el rey leonés tomó también Talavera.
Abderramán III, en el 920, proclamó la guerra santa para impedir más expansiones territoriales de los reinos del norte. El emir salió de Córdoba con un gran ejército que venció a los aliados en Valdejunquera.
En el 921, ocurrió el episodio del Tebular, cerca de Carrión, donde el rey encarceló a los condes castellanos que no habían participado en Valdejunquera, aunque fueron puestos en libertad pocos meses después.
Ese año murió la mujer de Ordoño y el rey contrajo un segundo matrimonio en el 922 con Aragonta González, con la que no tuvo descendencia y fue repudiada. Se casó por tercera vez con Sancha de Pamplona, una niña adolescente hija de Sancho Garcés y Toda, creando sólidos lazos parentales entre ambos reinos. Tampoco tuvo descendencia con ella. Ordoño murió en el 924 y fue enterrado en la catedral de León.
Heredó el reino su otro hermano, Fruela de Asturias y Liébana, quien había permanecido 14 años en Oviedo, alejado de los conflictos fronterizos. Heredó el reino de León a pesar de que Ordoño había dejado varios herederos. Fruela reinó sobre León, Galicia y Asturias, pero no unió el reino de Asturias y Liébana con los anteriores. Mandó limpiar y mejorar la calzada romana que desde Babia llegaba a Oviedo por Somiedo.
En el año 924, Córdoba envió una expedición contra Pamplona. Sancho Garcés pidió ayuda a Fruela, pero el nuevo rey ordenó que le reforzaran los condes castellanos, sin arriesgarse demasiado. Fruela no conocía ni las estrategias ni las alianzas políticas ni los conflictos fronterizos.
No fue un rey con pretensiones territoriales ni militares. No actuó contra ningún enemigo, salvo contra Olmundo, un magnate de Tierra de Campos, a quien mandó matar junto con sus hijos sin que se sepa bien la causa. Fue una acción inquietante para los hijos de Ordoño, que se refugiaron en Galicia.
Fruela se había casado en el 911 con Nunila Jimena, con quien tuvo a Alfonso Froilán. Cuando enviudó, se casó de nuevo en el 917 con Urraca, hija del valí de Tudela, del linaje Banu Casi, con quien tuvo a Ramiro y a Ordoño Froilán.
Fruela murió en agosto del año 925 de lepra.
Con su muerte se abrió una crisis de sucesión. El primogénito de Fruela, Alfonso Froilán, se proclamó rey, pero el reino correspondía a los hijos de Ordoño II. Froilán tuvo que huir y refugiarse en Asturias con sus medio hermanos.
Juan Pisuerga
PARA MÁS INFORMACIÓN
- Carriedo Tejedo, Manuel (1993-1994). «Nacimiento, matrimonio y muerte de Alfonso III el Magno». Asturiense medieval (Oviedo).
- Cotarelo Valledor, Armando (1992). Alfonso III el Magno: último rey de Oviedo y primero de Galicia. Ed. facsímil de la edición de 1933.
- Fernández Catón, José Mª (2006). Documentos de la monarquía leonesa de Alfonso III a Alfonso VIII. 2 vol. León: Testimonio Compañía Editorial, S.A.
- García-Osuna y Rodríguez, José María (2008). «El asturiano rey de León Fruela II “El Leproso»». Revista de la Asociación Cultural «Monte Irago» (Astorga).
- Martínez Díez, Gonzalo (1993). Alfonso III. Oviedo: Diputación Provincial de Palencia.
- Martínez Díez, Gonzalo (2005). El condado de Castilla (711-1038). La historia frente a la leyenda. Valladolid: Junta de Castilla y León.