EL LINAJE BÁNU-CASIN
A finales del siglo III, Diocleciano dividió Hispania en siete provincias: cinco peninsulares y dos fuera de la península. Estas últimas eran la Baleárica, en el Mediterráneo, y la Mauritania, en el norte de África. En cada provincia se crearon los «conventus iuridici» para controlar la minería, las cosechas y vigilar los envíos de suministros a Roma. El gobernador o legado de cada convento tenía responsabilidades legales, económicas y burocráticas.
La administración visigoda fue heredera de la romana. Cuando los visigodos llegaron a Hispania, la Septimania era una de sus provincias históricas en el sur de Francia. Tras la derrota de Vouillé en el 507 d.C., fue el último territorio galo bajo su control. Por su parte, el Ducado de Vasconia o Gascuña fue establecido por los francos merovingios alrededor del año 602 d./C. como una zona fronteriza para contener las incursiones de los vascones.
El convento de Caesaraugusta pertenecía a la provincia tarraconense. Su jurisdicción abarcaba diecisiete conventos jurídicos, lo que lo hacía muy extenso, aunque estaba bien comunicado por calzadas romanas. Su capital era Saragossa.
Con la invasión musulmana, el conde Casio adoptó el islam para mantener sus dominios y acompañó a Muza a Damasco para jurar lealtad al califa. A su regreso a Córdoba, Casio emparentó a su hijo mayor con la hija de una noble familia musulmana cordobesa, sentando las bases para fundar la dinastía de los Banu Casi. Casio tuvo cinco hijos. Su primogénito y heredero, Fortunios Casius, cambió su nombre a Fortún Casi al convertirse al islam, al igual que sus hermanos.
Desde la invasión musulmana, las riberas del Ebro fueron controladas por árabes yemeníes y bereberes. Los hijos de Casio consolidaron su poder durante el siglo VIII gracias al apoyo que dieron al emir en la guerra del 740, que enfrentó a árabes contra bereberes.
Los Banu Casi supieron aprovechar su posición geográfica para negociar, unas veces con los francos y otras con los cordobeses en la comarca suroccidental de los Pirineos. No solo mantuvieron sus dominios iniciales, sino que los expandieron, estableciendo su centro familiar en el castillo de Arnedo.
El primogénito de Casio fue Fortún ibn Casi. Y el de este, Musa ibn Fortún, fue quien realmente transformó a los Banu Casi en el linaje más poderoso del valle medio del Ebro.
En el año 772, Musa Ibn Fortún ayudó con sus tropas a Abderramán I a someter Saragusa y el emir lo nombró valí de esa capital, así como de Arnedo y Tarazona. Fortun mantuvo excelentes relaciones con sus vecinos del norte. Así, Onneca, una noble pamplonesa que había enviudado de Íñigo Jiménez, con quien tuvo a Íñigo Arista, se casó en el año 784 con Musa ibn Fortún. De esta unión nacieron: Mutarrif ibn Musa, Musa ibn Musa, Lope ibn Musa, Yuwartas ibn Musa, García ibn Musa y Yanus ibn Musa.
La muerte de Musa Ibn Fortún tiene versiones contradictorias en los cronistas árabes: algunos dicen que murió durante una revuelta y otros, en una batalla contra al-Husayn.
Un año antes de la muerte de Abderramán I, el primogénito de Musa Ibn Fortún, Mutarrif Ibn Musa, fue nombrado valí-gobernador de Pamplona.
Musa Ibn Musa, el segundo hijo de Fortún, es conocido en la historia como «el Grande». Fue gobernador de la Marca Superior y una de las figuras más importantes de la Hispania del siglo IX. Bisnieto del conde Casio, era medio hermano de Íñigo Arista. Musa Ibn Musa fue generalmente leal a Córdoba, aunque en ocasiones se opuso al emir cordobés. Estableció su base en el castillo de Arnedo cuando se casó con su en el año 820. Con Asona era hija de su medio hermano Iñigo Arista.
En el año 825, Ramiro I quiso ocupar la comarca de Tudela para los colonos montañeses. El emir respondió enviando una fuerte expedición a las Vardulias y, con la ayuda de Musa, derrotaron al conde Rodrigo en la batalla de La Morcuera.
En el año 850, Musa Ibn Musa levantó un castillo en Albelda, pero fue derribado por tropas cristianas por su peligrosa situación geoestratégica. Después de la batalla de Albelda, los Banu Casi cambiaron su estrategia política.
Musa Ibn Musa murió en Tudela en el año 862 a causa de las heridas sufridas. En una batalla
Cuando murió Musa el Grande, su hijo Lope Ibn Musa era gobernador de Toledo y se autonombró jefe del linaje, un puesto al que también aspiraban sus otros hermanos. Mutarrif, Fortún e Ismail ibn Musa.
Lope, como primogénito, se hizo con la jefatura y se alió con Ordoño I. Ambos se enfrentaron a Mohamed en el año 865. Al principio hubo una cierta disputa por el liderazgo entre Lope y Fortún. El primero amplió y reconstruyó las murallas de Viguera, lo que inquietó a sus hermanos, que lo vieron como un desafío por su relación con Ordoño I, algo que no era bien visto por la familia Banu Casi. Fortún e Ismail intentaron conquistar la plaza, pero fracasaron y Lope Ibn Musa consiguió muchos prisioneros, un buen botín y se apoderó de varios castillos de sus hermanos.
Los descendientes de Musa el Grande se dispersaron en familias sin acatar las órdenes de Córdoba. Los de Tudela, Arnedo, Huesca y Saragusa mantuvieron una política ambigua con el emirato y con los reinos cristianos del norte. Otros, más independientes, fortificaron Nájera, Viguera y Caparroso por temor a Córdoba y a Pamplona.
Lope tomó la fortaleza familiar de Arnedo mediante una estratagema mítica. Estando las mujeres de los Banu casi, incluida Ayab, la esposa de Lope, en un duelo en Arnedo, Lope se dirigió al castillo disfrazado de mujer, con el rostro cubierto por un velo. El guardián de la puerta lo reconoció por sus ojos. Cuando el guardián iba a dar la alarma, Lope lo mató y sus hombres se apoderaron del castillo. Tiempo después, sus hermanos apresaron a Lope cerca de Calahorra y lo llevaron a las murallas de Arnedo para pedir a su mujer que cambiara la fortaleza por su esposo. Ayab y Lope se instalaron en Viguera.
A pesar de sus diferencias familiares y los desacuerdos políticos con Córdoba, los Banu casi se mantuvieron unidos entre sí y por lazos de parentesco con Pamplona y Aragón. El linaje Íñigo en la comarca pirenaica mantenía alianzas con los condes de Aragón y con los Banu Casi.
Juan Pisuerga.
PARA SABER MÁS:
- Cañada Juste, Alberto (1980). «Los Banu Qasi (714-924)». Príncipe de Viana.
- Lacarra de Miguel, José María (1972). Historia política del Reino de Navarra. Caja de Ahorros de Navarra.
- Menéndez Pidal. R. Historia de España. 1974.
- Manzano Moreno, Eduardo (1991). La frontera de al-Ándalus en época de los omeyas. Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
- Justo Pérez de Urbel. Historia del Condado de Castilla, de la Escuela de Estudios Medievales, 1945.